jueves, 4 de junio de 2009

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

DOCUMENTO FUNDACIONAL
"AGRUPACION RIVERPLATENSE 25 de MAYO"

Así pensaban los fundadores de “25 de Mayo”…
DECLARACION DE PRINCIPIOS

En este 25 de mayo de 1967, fecha muy grata para todos los river-platenses por coincidir con un aniversario de la fundación del Club, creamos la Agrupación política que lleva este nombre, con objeto de impulsar un movimiento animado por los mejores ideales.
"25 de Mayo" es una agrupación formada y dirigida por hombres con alto sentido solidario, con ideas tendientes a lograr un futuro mejor.
Su fin permanente es propender al crecimiento de la Institución, para alcanzar logros trascendentes, que estén por encima de cualquier beneficio personal, y que sus resultados sean ajenos a personalismos inconducentes.
Para conseguir estos logros se requiere aglutinar esfuerzos.
A tal efecto, convocamos a los que estén dispuestos a integrarse para seguir afianzando en todo momento el desarrollo de la Institución, para que siga siendo vanguardia y orgullo de las entidades deportivas argentinas, al nivel de las mejores del mundo.
Seguiremos impulsando el sentimiento de fe en nuestra divisa, alentan-do a nuestros representantes, para que, en todo momento, estén ele-vando al tope a los colores riverplatenses.
Con dinamismo, capacidad y responsabilidad, alentaremos a las nuevas generaciones de asociados para que sigan impulsando en forma ince-sante el crecimiento de nuestro querido Club.


Buenos Aires, 25 de mayo de 1967.

Un poco de história de nuestro glorioso River Plate...

COMO NACIO RIVER PLATE

COMO SE ACUNARON SUS PRIMEROS PASOS

Descripto por el Dr. Leopoldo BARD
Su Primer Presidente y Primer Capitán
1960

Como surgió a la vida el
"Club Atlético River Plate"


Distinguidos consocios:
Hace pocos meses que la Argentina vibró con honda emoción por el aniversario del sesquicentenario de la Revolución de Mayo. Nuestra ya gloriosa Institución se adhirió también a los festejos de un nuevo aniversario de su fundación; ya que vio la luz en esa gloriosa fecha y su bandera se desplegó esplendente, enlazada con la azul y blanca del 25 de Mayo.
¿Cómo surgió a la vida River Plate, entidad que hoy agrupa a millares de asociados y cuya simpatía y admiración, en todos los ámbitos del país y el extranjero, tienen tanta significación en el historial del más popular de los deportes de nuestro país?

UN IDEAL A REALIZAR: LA GRANDEZA DEL CLUB

Si hay una entidad que puede honrarse por la forma en que fue fundada y por los ideales que sustentaron los jóvenes que formaron el primer grupo que se congregó para formar el peldaño inicial de su obra, esa entidad es River Plate, nuestro querido y glorioso club.
Los que hoy contemplan con todo orgullo esta evolución y la grandeza de nuestra institución, su progreso incesante, su valor deportivo, podrán darse cuenta cabal de la emoción que significa para los que están vinculados al origen y nacimiento del club.
Como yo, todos los demás éramos jóvenes animosos, entusiastas, estudiantes en casi su totalidad, que no llegábamos a sumar 30 y de los cuales ninguno tenía más de quince años.
Hoy se tienen, a esas edades, ideales de otra índole, que no son por cierto los de fundar y engrandecer un club.
Eso sí, a pesar de nuestra juventud, teníamos la certidumbre de que River Plate habría de llegar a ser una entidad que hiciera honor al deporte nacional.
En la época heroica de su fundación todo fue adquirido por sus asociados.
¡Y que duros fueron los comienzos!

PALABRAS PRONUNCIADAS EN UNA HORA HISTÓRICA

Quiero repetir hoy, algunas palabras que pronuncié cuando mis queridos compañeros me eligieron como Presidente y primer capitán del Club Atlético River Plate, hace más de medio siglo:


"Pongamos toda nuestra fe, todo ideal en la gran-"deza del club que ve la luz en el mismo día que "ha nacido una nueva y gloriosa nación: 25 de "Mayo…"

Pensamos que para darle vida a ese ideal, que teníamos en lo más íntimo de nuestra alma, era preciso prolongarla en el pasado y en el porvenir.
Creo hoy después de tantos años, frente a lo que es River Plate, al que todos conocen, quienes lean sabrán valorar lo que fue una visión profética, esa hermosa y bella concepción de los que fundamos el club, ha sido realizada. Si se quiere superada por la obra fecunda de los que recogieron nuestro ejemplo y el pensar y sentir que pusimos en ello.


ALGUNAS ESTAMPAS DE ESTE NACER Y ACUNAR DE RIVER PLATE

Yo diría que el poema de mi vida es esto que parece una leyenda, lo que fue el nacer y el acunar de River Plate, allá por los años 1900 y 1901.
El pintor diseña sobre una tela, óleo, acuarela, agua fuerte.
El escultor burila sobre la piedra o sobre el mármol de Carrara.
Yo he de tratar de presentar a ustedes, reflejada en una serie de estampas panorámicas, este nacimiento de origen modesto por cierto, de River Plate.
He de tratar de presentar estas estampas vividas, que, por momentos, parecen relatos maravillosos de Rudyard Kipling o Julio Verne.

UNA ESTAMPA: EL TERRENO

Es la Dársena Sur.
Figuras sobre un fondo: un tranvía de la capital; un galpón; un bote sobre las aguas; la carbonera de Wilson; un club náutico "La Marina"; la puerta de una ca-sa de madera, por la que se entraba en ella.
Humo de chimeneas, lamentaciones de los guinches, goletas nostálgicas; unas entraban, otras salían; canciones de marineros alegres que buscaban a tientas sus barcos, es el tributo que pagan cada vez que llegan a un puerto.
Detrás de esto, una lonja de tierra con mucha maleza, cardos, gramillas, tréboles, escombros - algunos ejemplares de hombres vencidos en la lucha por la vida, sin techo, sin hogar, que allí acampaban -, algún caballito y alguna que otra vaquita.
Hoy se levantan allí, los enormes tanques de petróleo de Y.P.F.

¿PORQUE LLEGAMOS HASTA AQUÍ?

La Dársena Sur y la carbonera de Wilson fueron los que acunaron los primeros balbuceos de River Plate.
Es realmente curiosa la forma como llegamos al terreno que luego sería lugar de nacimiento de River Plate.
Cobran valor algunos detalles al respecto del primer jalón de nuestra Institución.
Enrique Salvarezza, Enrique Balza, Isidoro Kitzler y yo íbamos a visitar a la familia del señor Alberto Jacobs, que era el administrador de las carboneras de Wilson. Nuestras visitas se realizaban preferentemente los domingos y, un buen día, para entretenernos, llevé una pelota de goma.
A una invitación mía, salimos a "pelotear" un rato en el terreno sinfín, ubicado detrás de las carboneras. Nos faltó, por supuesto, algún otro muchachote que nos acompañase en el juego.
Como ello llegara a entretenernos realmente, y nos gustó a todos, proyectámos la fundación de un club.
La idea halló en Salvarezza, Balza, Kitzler y en el mismo Jacobs, una amplia acogida. Una vez decidido, invitamos a formar parte de él a otros compañeros.
Este fue el origen del Club Santa Rosa, que lo constituyeron: A. Capelletti, J. Botinelli, Enrique Salvarezza, I, Kitzler, L. Drimer, los hermanos Pita, E. Balza, J. Souza, E. Reynoso y J. Cirigliano.
Me tocó a mí ser el primer Presidente y el primer Capitán de esta Institución.

PUNTALES DE RIVER PLATE FUERON "SANTA ROSA" Y "LA ROSALES"

Bosquejada así la primer estampa, quiero hacer conocer la segunda.
Allá, sobre el césped, entre montículos de tierra, desperdicios de toda naturaleza, el correr y la alegría de dos grupos de jóvenes impulsados hacia una pelota, separados por unos cien metros de distancia, eran los puntales de la futura Institución que había de crearse: unos del "Club Santa Rosa", otros "La Rosales".
Estos dos nombres, estas dos modestas entidades, han sido, por su unión, las que amalgamaron los elementos del nuevo club que habría de nacer para su grandeza eterna.
La "Juventud Boquense", que luego cambió su nombre por el de "La Rosales", fue una gran rival de "Santa Rosa". Discutíamos supremacías, pero luego llegamos a entendernos. Recuerdo los esfuerzos que en este sentido realizaron, por parte de "La Rosales", Enrique Zanni, Bernardo Messina, Eduardo Rolón, los hermanos Antelo, y, por "Santa Rosa", Leopoldo Bard, Enrique Balza, Juan Bonino, Enrique Salvarezza; hasta que llegamos a considerar la necesidad de realizar la fusión.
Se hicieron las primeras gestiones y se convino luego en celebrar una reunión para establecer las bases sobre las cuales se efectuaría la unión.


LA REUNION Y LA FUSION


La historia de River Plate recuerda como asistentes a esa reunión, en representación del "Santa Rosa F. C.", a los señores Botinelli, Bard, Salvarezza, Kitzler, Balza, Pita, Drimer, Cirigliano, Reynoso, Souza, Capelletti, Abelardo Ceballos, Juan Bonín y Luis Tarrico.
Por "La Rosales F. C." acudieron B. Messina, A. Zanni, E. Zanni, Rolón, Martínez, E. Antelo, C. Antelo, Enrique Somaruga, Arata, Pellerano y Tarico.
Hubo completo acuerdo.
Adquirió así carácter de realidad la intención de los gestores del movimiento y, desde ese momento, desapareció la rivalidad que antes los había separado.
Existía solamente el propósito de trabajar decididamente para que la nueva entidad adquiriera la mayor preponderancia.
Toda labor preliminar tuvo lugar en animadas conversaciones en el café, en la lechería, en alguna esquina, hasta que llegamos a un verdadero acercamiento.
En la cancha donde jugábamos, sentados sobre la gramilla, cuando el sol calentaba mucho, nos cobijábamos, detrás de las carboneras de Wilson, bajo un sauce grandote como perdido en los matorrales. Allí, bajo su ramaje y la advocación del sol de Mayo, funcionó nuestra primera Secretaría.

LA FUSION Y EL ACTA DE FUNDACION

El 25 de Mayo de 1901 se realiza definitivamente la fusión y el acta de fundación, quedando constituida la primera Comisión Directiva de River Plate, resultante de la votación, de la siguiente manera, que fue leída por el señor Enrique Salvarezza:

Presidente Leopoldo BARD
Vicepresidente Alberto FLORES
Secretario Bernardo MESSINA
Prosecretario Enrique BALZA
Tesorero Enrique SALVAREZZA
Protesorero Enrique BONINO
Vocales José PITA
Enrique ZANNINI
Pedro MARTINEZ
Eduardo ROLON
Carlos ANTELO
Livio RATTO

EL NOMBRE "RIVER PLATE"

Cabe destacar en esta estampa, cual fue el origen del nombre del "Club Atlético River Plate", que se hizo antes de votarse la primera Comisión.
Ello fue concretado, después de discutirse, una vez realizada la fusión.
Livio Ratto propuso el nombre de "Club Atlético Fordward".
Pedro Martínez y yo, propusimos el de "River Plate".
Yo señalé el porqué: El club iniciaba su vida como Institución frente al Río de la Plata.
Se aprobó la denominación que yo fundamenté.
"Santa Rosa" y "La Rosales" nacieron mirando al Río de la Plata y era lógico que el flamante club, amalgamado por esas dos Instituciones, conservara para la eternidad el nombre de "River Plate".

EL PRIMER CAMPO DE DEPORTES DE RIVER PLATE

En esta estampa ya tenemos constituida la primera Comisión Directiva del Club Atlético River Plate, cuyo campo de deportes, si tal puede llamarse, era un terreno y agujeros donde, cada domingo que íbamos a jugar, ubicábamos los postes de los arcos y la soga del travesaño horizontal.
Nos desvestíamos al aire libre. La ropa la colgábamos en los alambrados.
Al cabo de poco tiempo, el sereno de la carbonera Wilson nos facilitaba su habitación, junto al gallinero, para dejar la ropa.
Durante mucho tiempo no tuvimos cuarto de baño, si bien es cierto que no se estilaban las habitaciones con baño privado.
El terreno era de…nadie.
Mejor dicho, era del primero…que llegaba.
Por lo tanto fue de pertenencia de los clubes "Santa Rosa" y "La Rosales", porque fuimos nosotros los primeros en llegar hasta el potrero lleno de cardales, gramilla, montañitas de tierra, tachos, escombros, etc.
Cada domingo, antes de comenzar a jugar, hacíamos una limpieza que nos daba bastante trabajo.
Carecíamos de arcos, y. por lo tanto, "se pateaba entre dos piedras" y un "par de sacos", hasta que un buen día le pedí al señor Duque - uno de los Gerentes de la casa Wilson - que me diera unos postecitos, con los que armaríamos los arcos.
El pedido halló eco y así los tuvimos, no obstante que utilizábamos una soga de travesaño.
Unos pozos que cavamos sirvieron para introducir los postes y, cuando terminábamos de jugar, los tapábamos con piedras, para no tener al domingo siguiente el drama que significaba sacarlos y colocar lo que, pomposamente, llamábamos "arco".

LO QUE COSTABA COMPRAR UNA PELOTA E INFLARLA

¡Cuánto trabajo me costaba reunir, entre mis compañeros, las moneditas que costaba una pelota!
En aquel entonces una "ball" costaba "siete pesos" y poder tener una nueva, era toda una fiesta.
Por desgracia eso no ocurría a menudo y nos consolábamos por el hecho de que duraban poco tiempo.
El "inflar" la pelota, y la tarea de pasar "el tiento", era toda una tragedia y una tarea más que ardua.
Hacíamos lo último con una horquilla, pues no teníamos el "pasatiento".
El ingenio suplía siempre una cosa por la otra.

LO QUE COSTO EL PRIMER TERRENO DE RIVER PLATE

El primer terreno baldío en el que jugó el club "Santa Rosa", fue el mismo que yo solicité al Ministerio de Hacienda para el club River Plate y cuyo costo en adquirirlo fue de ¡un peso con cincuenta centavos!, importe que costó el papel sellado para la presentación.
Claro está que nuestra posesión fue a título precario.

COMO NACIO LA "BANDA ROJA"

Ahora una nueva estampa. Yo diría que a ella le corresponde, como símbolo de la misma, "la banda roja".
¡Que cosa curiosa es el origen de la franja roja!
¡El distintivo glorioso que ostenta nuestro club!
¡Y con que emoción y que grato me resulta recordar en estos momentos, ese día tan lejano, en que resolvimos adoptarla!
¡Como a veces, un pequeño detalle de la vida, al que en un momento dado no se le otorga mayor trascendencia, se caracteriza y engrandece a lo largo del tiempo!
Para los fundadores de River Plate, era mucho lo que faltaba y poco lo que había.
Eramos todos estudiantes y nuestros recursos, tan cortos, como largo el ingenio.
Apenas si podíamos juntar las "chirolitas" para poder consolidar el fondo común pro pelota, pues su adquisición constituía la fase fundamental de nuestros problemas.
Lo demás no preocupaba tanto.
Algunos pantalones viejos cortados por arriba de la rodilla, botines comunes, a los que colocábamos travesaños de cuero, una camiseta cualquiera - aunque fuera una camisa - y algún pedazo de goma, que, atada con piolines, hacía de rodillera, constituía el equipo de rigor.
Sólo unos pocos pudieron darse el lujo de comprarse pantalones blancos y botines de fútbol, y a esos…casi los echamos un día.
Todo fue muy bien en los primeros tiempos, mientras nuestras actividades se limitaron a las prácticas más o menos serias y entusiastas. Pero llegó el día en que debíamos jugar nuestro primer partido amistoso y ahí vino la tragedia.
Era menester utilizar una camiseta con colores, para distinguirnos de nuestros adversarios y para poder jactarnos de nuestro club con divisa propia, y no había ni siquiera posibilidad una solución aceptable y recurrí a un arbitrio muy simple y, sobre todo, muy económico, que ahí residía la llave del éxito.
En el carnaval de ese mismo año, es decir, algunas semanas antes, un grupo de jóvenes, entre ellos casi todos los integrantes de River Plate, habíamos salido en comparsa, en un carro de las carboneras de Wilson, al que habíamos denominado, muy pomposamente, "Los habitantes del Infierno".
Tenía, como podrán imaginar, muchos adornos y colgaduras rojas, dado el nom-bre que habíamos simbolizado, que era el infierno.
Recorté unos trozos del género rojo que había quedado en el carro y con ellos hicimos bandas, desde luego rojas, que abrochamos en las camisetas blancas con alfileres de gancho.
¡Así señores nació la gloriosa divisa de River Plate!
¡Así fue como, allá por el año 1901, lució por primera vez en una cancha de fútbol, la hoy famosa casaca blanca con la banda roja!
¡Lo que son las cosas curiosas del destino!…Los colores del carro que paseó en el corso, su adorno, con el cual habíamos obtenido una serie de premios en los concursos de ese carnaval. El primero de ellos en la calle Santa Fe, cerca de donde estaba la cancha del "Club Maldonado", adversario en ese primer partido, que fue el primer triunfo de River Plate!
La banda roja, que así naciera tan humildemente, forjada por jóvenes que siempre vislumbraron un futuro grande, pasó con los años a ser la enseña de la primera entidad deportiva del país.

LO QUE COSTO OFICIALIZAR EL EMBLEMA DE RIVER PLATE


Quiero señalar un hecho igualmente curioso, relacionado con nuestros colores.
Para poder oficializar sus camisetas en la Asociación, debían los clubes adoptar casacas que pudieran ser confeccionadas y adquiridas en un establecimiento comercial de aquella época: la casa Mac Hardy.
Y era necesario la adquisición de unas 30 para que dicha casa se comprome-tiera a su vez a confeccionarlas, cosa que escapaba a todas nuestras posibili-dades.
Más complejo aún era poder convencer a Mister Williams, en aquel entonces Secretario de la Asociación.
Mister Williams era un señor inglés, que hablaba poco y, sobre todo, solía no en-tender el castellano…cuando así lo quería.
Frente a la engorrosa situación que se planteaba, y deseando vivamente que se aprobara nuestra camiseta con la banda roja, tomé una resolución heroica.
Busqué al Secretario famoso y le espeté un discurso, acompañado de muchas sonrisas. Además le dije que la casa Mac Hardy nos entregaría las camisetas.
Así pasó. Pero tuve que ir a lo de Mac Hardy, cuyo Gerente General era un hom-bre excelente, lleno de bondad, a quien le dije la verdad.
Fue así, como dando fe a mis palabras y a nuestra esperanza de que íbamos a ser muchos para comprar camisetas del club (no pasábamos de once el primer año), ordenó que se confeccionaran las primeras camisetas del Club Atlético River Plate.



UNA PALABRA QUE CUMPLIMOS


Creo haber cumplido mi palabra a Mac Hardy, pues me parece que llegamos a ser más de treinta, y, por lo tanto, creo que no engañé al Gerente. Pero, así y todo
¡River Plate jugó su primer partido oficial con la banda roja del adorno de carnaval !

EL PRIMER CARTEL CON LA LEYENDA "RIVER PLATE"

El primer cartelón con el nombre del "Club Atlético River Plate" tiene una historia realmente interesante.
Por aquella época yo era practicante en "Casa de Aislamiento", hoy "Hospital Francisco J. Muñiz". Cursaba, si mal no recuerdo, el primer año.
Los alrededores de "La Casa de Aislamiento" eran, por aquel entonces, baldíos y se conocían por los "terrenos de Pereyra".
La única construcción era la iglesia, que aún hoy se yergue majestuosamente en el paisaje. Frente a la "Casa de Aislamiento" había un alambrado y, en el extremo sur, en el límite con los terrenos de Pereyra, se había fijado un cartel cuadrado, como de un metro y medio, que nos parecía gigantesco.
Estaba sostenido por dos postes más o menos fuertes y ofrecía el anuncio de una conocida emulsión con el pescador que lleva sobre sus espaldas un cetáceo (Emulsión de Scott).
Ocurrió que un buen día, un viento huracanado dio por el suelo con los postes y el cartel, donde quedó bastante tiempo, sin que nadie se preocupara de él.
Un día lo levanté y me lo llevé al Hospital.
Había concebido una magnífica idea y puse manos a la obra en su realización.
Ya en el Hospital me fui con cartel y postes a la carpintería, donde sentaba sus reales don Giuseppe, un italiano muy simpático y bondadoso, a quien me costó poco convencer para que me diera una "mano".
Con él y los buenos oficios del pintor del establecimiento, fue fácil arreglar el cartel y lograr mi objetivo.
Al decir "arreglar" el cartel quiero significar que en la obra de "camouflarlo" participé yo también.
Luego de los retoques necesarios y de componer los desperfectos causados por la caída, borramos la emulsión, el pescador y toda la leyenda de la emulsión y sobre la superficie ya blanqueada pintamos, primero los colores del club - Blanco y Banda Roja - y, luego, el nombre Club Atlético River Plate.
Una vez terminada la obra, quedó soberbia. Yo mismo quedé admirado del éxito de mi ocurrencia de la mañana anterior.
Pero enseguida se presentó el drama; ¿Cómo transportar el cartel hasta la cancha, allá en Dársena Sur?
Lo llamé por teléfono a Enrique Salvarezza, que tenía un optimismo extraordinario, para quien no había imposibles y, muy suelto de cuerpo, al llegar a la conclusión de que no había dinero para alquilar un carro, me propuso que lo lleváramos…en tranvía, en la delantera del mismo.
No me quedó más remedio que aceptar y, en la tarde nomás, comenzamos a cargarlo.
Chacoteando y chacoteando, cargamos el cartel y saliendo por el callejón del Hospital a la calle Vélez Sarsfield, en aquel entonces por allí pasaba el tranvía a caballo.
Eran, más o menos, las dos de la tarde.
Pasaron uno, dos, tres…diez tranvías, que se detenían a nuestro pedido, pero cuando veían el tamaño del cartel decían: "No se puede, es demasiado grande."
A las cinco de las tarde, cuando ya desilusionados, íbamos a irnos, un conductor se apiadó de nosotros.
Creo que fue el que habíamos visto primero y que ya había dado la vuelta entera, previo el descanso o parada.
Cargamos el cartel y allá fuimos, contentos y felices.
Una hora tarde, y luego de transbordos e inconvenientes, llegamos a la Dársena Sur, detrás del primer galpón. Allí el problema resultó más fácil: ubicamos el cartel en un bote, atravesamos hasta las carboneras de Wilson y depositamos el cartel en la casa del Señor Jacobs, para que el domingo siguiente, entre todos, procediéramos a su colocación e inauguración oficial.
Todavía no teníamos casilla, pero eso sí, ya teníamos cartel en el terreno.
Fue para nosotros, por mucho tiempo, un orgullo contemplar la enseña a la que habíamos dado vida. Lo mismo que nos ocurre hoy después de tantos años, cuando contemplamos la mole del estadio Monumental.
¡La realidad de un ensueño de la vida!

EL TITULO PRECARIO DEL TERRENO

En esta nueva estampa, veremos los detalles y alternativas para conseguir oficialmente el terreno que nos habíamos posesionado en la Dársena Sur.
La solicitud para obtener a título precario el terreno de la Dársena Sur, donde estuvo ubicada la primera cancha, fue presentada con mi firma al Ministerio de Hacienda, repartición donde gracias a la gentileza de un empleado, el señor Marambio Catan, pasó rápidamente por las distintas oficinas y, luego de algunas andanzas, llegó el expediente al Ministerio de Obras Públicas.
De allí fue a parar a la oficina de Movimientos y Conservación de Puertos, donde, sin demoras, se nos comunicó que nuestro pedido había sido despachado favorablemente: el terreno estaba concedido y, finalmente, que debíamos concurrir tal día a dicha repartición para la realización posterior de la mensura del lote que habíamos pedido.
¡Que respiro grande dimos!
¡Y que día jubiloso vivimos los veinticinco asociados!
Un día antes de presentarme a la oficina de Movimientos y Conservación de Puertos, conversé largamente con Enrique Salvarezza, a quien le señalé un deta-lle importante.
Era cuestión de no dormirse y, por eso, convinimos que mientras yo conversara con el Ingeniero Agrimensor en el momento de colocar los mojones indicadores, él, Salvarezza, tratara de clavarlos en la tierra separándolos lo más posible a fin de ganar unos metros de cada lado.
Hago constar que la extensión que habíamos pedido era más que suficiente, pero así y todo, nos pareció poco y fuimos en procura de más.
Llegó el día anunciado y, si mal no recuerdo, fue el Ingeniero H. Canale el designado para mensurar.
Con él salí de la oficina de marras, que se hallaba en la esquina de Belgrano y Avenida Huergo, subimos a una locomotora que pertenecía al Ministerio, que se hallaba destinada a las tareas del puerto, y rumbeamos para la Dársena Sur.
A nuestro arribo nos encaminamos directamente a los terrenos detrás de las carboneras de Wilson y allí nos estaba esperando Salvarezza.
Se realizó la mensura y Salvarezza se entretuvo en correr las estacas, cumpliendo así la consigna que recibiera.
En un momento dado el Ingeniero Canale, para quien no había pasado desapercibida la maniobra, nos dijo sonriendo:
- Tenemos que medir bien el terreno.
Les prometo que, además de la medida justa, les daré la "yapa".
Pero no me vengan con tramoyas, muchachos….
Fue un noble gesto de comprensión que nunca olvidaré.
Y debo reconocer que el Ingeniero Canale hizo las cosas muy bien y fue consecuente y espléndido con la "yapa".

LOS POSTES Y EL ALAMBRADO

Luego de resolver estos dos capítulos, se nos vino encima otro gran problema; los postes y el alambrado de la cancha.
Fue otra gran hazaña que vale la pena recordar.
Una vez obtenido el terreno había que alambrarlo y colocarlo en condiciones reglamentarias para jugar los partidos oficiales.
La obtención de los postes y del alambre, que nos permitiera cercar a la flamante cancha, de la que ya éramos "propietarios", fue una pesadilla que nos persiguió día y noche durante varias semanas.
No disponíamos ni siquiera de fondos para encarar esa obra, pero en cambio, teníamos enormes deseos de ver alambrada la cancha, por la que veníamos luchando con tanto ahínco.
Salvarezza, Balza y yo, éramos los que más fervientemente insistíamos "para que se hiciera algo". Pero el ingenio, que tan buenos resultados nos había dado en otras ocasiones, no llegaba a tanto.
Un día decidí jugarme una carta brava.
En la barranca del Hospital Muñiz, donde yo era interno, había un corralón de ma-deras cuyo dueño era el señor Ambrosio Binaghi, con quien yo tenía una vinculación, por haberle atendido y facilitado, la internación de un empleado suyo.
Allí me dirigí, junto con Enrique Salvarezza y, muy suelto de cuerpo, le expliqué el motivo de la visita.
El señor Binaghi nos atendió muy bien, nos mostró los postes y varillas, extrajo la cantidad que necesitábamos y, cuando le pedí el precio, contestó:
- Ya arreglaremos eso. Llévelos nomás y págueme cuando pueda…
Confieso que ni el señor Binaghi, un señor en el sentido más amplio de la palabra, no me reclamó la deuda, ni yo me acordé (?)…. de pagarla.
¡Y lo que son las cosas!…. El señor Ambrosio Binaghi, años después era electo Diputado Nacional y fue mi compañero de banca!
El tiempo ya ha prescripto esa deuda de postes y varillas, pero, por otra parte tengo la certeza que cuando le expliqué a Binaghi el destino de ellos, comprendí en su gesto, que sabía que no le pagaríamos nunca….
La obtención del alambre fue otra hazaña en la que rayó a gran altura Enrique Salvarezza.
Enrique era empleado de la Ferretería Dresco, pero no se animaba a comprar el alambrado pues su costo era muy elevado, ni se atrevía a pedírselo al señor Dresco en calidad de préstamo.
En cambio, encontró una solución muy ingeniosa.
Me aconsejó que fuera a la ferretería con Balza, explicáramos el motivo de la visita y que, finalmente, lo llamáramos a él, que nos daría el “empujoncito” final.
Así lo hicimos y todo salió muy bien gracias a la caballerosidad del señor Dresco, quien comprendió en seguida el fondo del asunto y, yo diría, la forma.
Tan fue así, que nos dijo:
- Lleven el alambrado que necesiten y yo les prestaré los aparatos para perforar la “tierra y donde deben colocar los postes, y no se preocupen por el pago.
En honor a la verdad, hasta la fecha,….no lo hicimos.

Ya teníamos el terreno, postes, varillas, alambrado y, hasta aparatos para perforar la tierra.


EL TRANSPORTE DE LOS POSTES, LAS VARILLAS Y EL ALAMBRE


Pero había que llevar todo eso hasta el terreno y tampoco había fondos para ello.
Para resolver este nuevo problema, acudí al señor Costa, administrador del Hospital F. J. Muñiz, pidiéndole que me facilitara un carrito y una mula, que se utilizaban para el transporte de pequeñas cosas.
Un domingo, bien temprano y en compañía de Livio Raffo, compañero de internado y de equipo, atamos la mula al carrito y fuimos a cargar postes al corralón.
Yo manejaba el carrito y Raffo iba al lado mío en el pescante.
La mula, que era bastante chúcara y espantadiza, nos dio buenos dolores de cabeza con su genio.
Desde el corralón tuvimos que ir a la ferretería a cargar el alambre y las perforadoras.
Tomamos por Chacabuco en dirección al sur, hasta la calle Brasil, pero en la barranca de bajada, frente al Parque Lezama, la mula se espantó, pegó una costalada y se cayeron los postes, las varillas, el alambre y….los ocupantes. Hasta se rompió el correaje.
Volvimos a cargar todo y, tras no pocas peripecias, llegamos a la cancha, donde, en mal momento, nos recibieron con gritos y exclamaciones jubilosas, lo que motivó otra espantada de la mula que, por poco, casi rompe el pobre carrito de la disparada que pegó.

¿COMO ALAMBRAR EL TERRENO?

Teníamos ya los postes, varillas, alambrado, torniquetes, cartel y, más que todo eso, “nuestro terreno”.
Habíamos puesto al servicio de nuestra noble causa todo el ingenio y el esfuerzo de que éramos capaces.
Pero hete aquí que aún restaba un buen trajín, antes de poder darnos el gusto de “ver nuestro potrero” convertido en “campo de deportes”.
Fue así, como la tarea de alambrar el terreno de la que iba a ser la primera cancha de River Plate, el primer “field” que habría de consagrar el derrotero de nuestra querida Institución, exigió más trabajo y sacrificios de lo que muchos pueden suponer.
Piensen hoy, los asociados y simpatizantes “millonarios”, orgullosos poseedores de ese magnífico Estadio Monumental de Nuñez, que señala toda una etapa en el deporte Sudamericano, lo que fue el comienzo de nuestra Institución: ese humilde potrero que, a pala y pico, conseguimos convertir en un campo de fútbol.
Para alambrarlo no recurrimos a empresa alguna.
El “bástate a ti mismo”, fue nuestra consigna y la base sobre la que se asentó la grandeza del club.
Va dicho pués, que nosotros mismos realizamos la tarea y cuanto nos costó esta dura labor.
Un domingo, bien tempranito, nos citamos con Zanni, Messina, Salvarezza, Flores, Balza, Bonino, Kitzler y Martínez.
Todos ellos animosos y, a no medir gotas de sudor…
Dimos mano a la obra comenzando con las perforaciones en los ángulos del campo, para colocar los postes esquineros.
¡Que cosa seria resultó manejar los aparatos perforadores!
Messina y yo no aguantábamos mucho tiempo con la ruda tarea y resolvimos valernos de unas palas de puntear”, que pedimos prestadas al señor Duque, Gerente de las carboneras.
El expediente dio resultado, pues el trabajo salía a las mil maravillas, pero, a la media hora, nos dimos cuenta que, trabajando todos juntos, significaba perder demasiado tiempo y decidimos dividir entre todos el trabajo y formar parejas.
Mientras un grupo perforaba los agujeros, otro, que venía atrás, colocaba los postes y los apuntalaba, apisonándolos.
Recuerdo perfectamente que, en la colocación de los esquineros, nos ayudó y nos prestó valiosos servicios, un peón de las carboneras, que había sido “alambrador” y tenía mucha práctica en tal trabajo.
Tardamos casi un día entero en colocar los postes y nos quedó aún la parte más brava: colocar el alambre.
En nuestra tarea el aludido peón, de apellido Ludueña, fue nuestro técnico.
Ese domingo almorzamos de pie, en un carrito de esos que asaban carne y chorizos del peor orígen, y resolvimos, por unanimidad, luego de jugar al fútbol, trabajar hasta las cuatro de la tarde y regresar al día siguiente, para dar fin al alambrado y colocación de nuestro hermoso gran cartel.
Así lo hicimos. Ese lunes fue, para los que estuvimos allí, inolvidable.
Tengo aún ante mis ojos algunas escenas de esa fecha memorable.
Como primera medida resolvimos faltar ese día a nuestras obligaciones de estudiantes y, Ludueña, el peón de las carboneras, se solidarizó con nosotros y abandonó su trabajo.
Temprano nos pusimos a trabajar.
Ya que nos habíamos familiarizado con la pesada labor, la parte que faltaba alambrar fue terminada con relativa rapidez.
Llegó así el momento de colocar el cartel con su leyenda”CLUB ATLETICO RIVER PLATE”.
Era el instante que habíamos soñado tantas veces y que tan lejos nos pareció de nuestro alcance.
Era la culminación de una obra que hablaba de firme voluntad, de adhesión a la causa del deporte, y de verdadero cariño hacia el nuevo club.
Así fue…. y siguió siendo siempre.
Lejos estábamos de imaginar cuán gigantesco habría de resultar el trabajo de colocar los postes que sostendrían el aludido cartel.
Pero al fin se cumplieron nuestros propósitos. Salvarezza y yo, trepados en una escalera dimos cumplimiento al último requisito, no sin antes soportar las bromas de los compañeros, que se reían a mandíbula batiente de las piruetas que nos vimos precisados a hacer, para evitar una caída, que pudo ser de consecuencias.
El lunes por la tarde, terminada la faena, pudimos contemplar, con honda emoción, el primer terreno alambrado, que pertenecía al club, y cuya leyenda se elevaba como un símbolo y brillaba por primera vez al sol: “Club Atlético River Plate”.
Una y otra vez, observamos la materialización de nuestros afanes y de nuestras más caras ilusiones y, afirmo, que en ese momento, todos confiábamos en la grandeza de nuestra Institución y, que su nombre y sus triunfos, llegarían al corazón de las multitudes como expresión de hidalguía y coraje
Y su cartel, mirando al norte, fue como si hubiera indicado el camino a seguir por nuestro club, para fijarse definitivamente, con el correr de los años, con instalaciones que son justo motivo de orgullo de todos los deportistas argentinos.

LA CONSTRUCCION DE LA PRIMERA CASILLA DE RIVER PLATE

¡Que curioso es el origen de la primera edificación de propiedad de River!
La construcción de su primera casilla.
El terreno ya estaba alambrado.
Tenía, al menos, el aspecto de una cancha de fútbol, pero aún faltaba un detalle importante: la casilla.
Todos nuestros esfuerzos a partir de ese momento, tendieron hacia el logro de tal propósito.
Fue menester aguzar el ingenio y apelar a la imaginación para evitar que, de ahí en adelante, tuviéramos que despojarnos de las ropas de calle, al aire libre.
El problema era difícil, pero había que solucionarlo.
Para nosotros cualquier sacrificio era pequeño y, esta nueva dificultad, no conseguía quebrantar el entusiasmo sin límites y la firme voluntad de los muchachos.
Las circunstancias nos ayudaron a salvar este serio inconveniente.
Una mañana conversé con el Doctor José Penna, sabio médico y bondadoso, que era Director del Hospital Muñiz (donde yo era interno), y le pedí su ayuda.
Sabía que no iba a fallar en su propósito de ayudarnos.
La respuesta la conocía por adelantado:
- ¿Pero como podré zanjar ese inconveniente?, me dijo.
- De manera sencilla Doctor, repuse. Actualmente se construye en el Hospital la gran obra del Laboratorio y otra Sala. Tenga la seguridad de que, si Ud. se lo insinuara al constructor, señor Pruniéres, este nos facilitará la madera vieja que no utiliza y con ella podremos levantar la casilla.
No respondió, pero su gesto demostraba adhesión a la causa.
Caminamos hacia el laboratorio y, al enfrentarnos con el seños Pruniéres, le dijo el Dr. Penna:
- Los muchachos del Hospital han formado un club de fútbol y necesitan madera vieja para construir una casilla en el terreno que tienen en Dársena Sur. ¿No podría Ud. obsequiarles algunos tablones?
El Sr. Pruniéres, que era todo un caballero, contestó:
- Doctor, me resultará muy grato colaborar con estos jóvenes y, yo mismo, me encargaré de todos los trabajos.
y, dirigiéndose a mí, agregó:
- Ustedes tendrán la casilla como me indiquen y muy prontito.
Con alguna emoción estreché la mano del Sr. Pruniéres, cuyo gesto había excedido mis cálculos más optimistas.
Tal vez hayamos sido egoístas, pero con el propósito de que el alegrón de los compañeros fuera mayor, resolvimos con Raffo, mantener en secreto el buen éxito de la gestión.
Ocho días después, se iniciaban las obras que, para nosotros, tenían carácter de gigantescas.
Varios carpinteros trabajaron con entusiasmo poco común.
Nos será necesario decir que Raffo y yo, colaboramos en la medida de nuestras fuerzas.
Luego en el Hospital, dirigidos por un oficial carpintero, construimos los bancos que irían ubicados dentro de la casilla. El depósito del agua lo adquirí por una bicoca.
La bomba, los caños y la flor para la ducha, los obtuvimos en la casa de comercio donde trabajaba Salvarezza.
La compra de estos elementos se hizo a crédito, pero, sujetándonos estrictamente a la verdad, debo declarar que sólo pagamos la primera mensualidad…. de tres pesos.
Tampoco se canceló, hasta el presente, esta deuda.
¡Que agradable es recordar la emoción de nuestros compañeros, cuando llegaron a la cancha el domingo y se encontraron con esa magnífica casilla!
Era un sueño más, convertido en realidad.
Ahora si que podíamos afirmar que nuestro querido River iba adquiriendo la prestancia y jerarquía que todos nosotros habíamos deseado
Instalada definitivamente la cancha, que para nosotros era muy coquetona, sólo necesitábamos algunos triunfos deportivos para que nuestro clubcito adquiriera prestigio y popularidad.
Rivales no faltaban.
Eran muchos los que a diario discutían en los baldíos la supremacía del barrio en materia de fútbol. Y eran muchos también, los que nos traían su clásico desafío, desde los más alejados lugares de la ciudad.

EL PRIMER PARTIDO QUE JUGO RIVER PLATE

Quiero destacar cual fue el primer match que disputó River Plate.
Era contra el "Club Maldonado", y se jugó en el field que este tenía en Palermo, en los terrenos llamados entonces de Bollini.
El adversario era de los que no se doblegan fácilmente. Equipo aguerrido y disciplinado, que había acumulado triunfos como para suponerlo un “once calificado”.
Pero la moral de los muchachos riverplatenses era extraordinaria y eso tenía mu-cho valor.
Se jugó el partido. Los primeros quince minutos favorecieron al adversario, pero, a partir de ese entonces, empezó a funcionar nuestra “máquina”. Si, porque ya en ese entonces nuestro modesto primer equipo tenía algo de esa característica que consagró al gallardo campeón profesional de tantos años.
Obligamos al adversario a ceder cuatro corners consecutivos. El asedio continuaba y vino el quinto corner. Se ejecutó el tiro de esquina con admirable precisión y diez jugadores, por lo menos, cayeron dentro del arco…y la pelota también.
Aún hoy no sabría decir si fue un gol olímpico, o producto de nuestra briosa arremetida.

EL PARTIDO CONTRA UN EQUIPO DE MEDICINA

Un partido inolvidable fue el que apuramos contra el equipo representativo de la Facultad de Medicina.
Para mí constituía, especialmente, un compromiso de honor.
Es que había decidido integrar el equipo de River Plate, pese a las ironías de mis compañeros de estudios.
¿Se imaginan Uds. la tomadura de pelo que tendría que soportar, en caso de ser derrotados?
Con la fuerza que concede semejante estado de ánimo, esperé el momento en que habría de resolverse el pleito.
En el team de Medicina formaban algunos jugadores que hoy son médicos eminentes: Bernardo Houssay, brillante profesor de fisiología y Premio Nobel, Pedro Elizalde, ex Vicedecano y Profesor de Anatomía Patológica, Pedro Groppo, ex Ministro de Hacienda, Manuel Fresco, ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y ex Diputado Nacional y Roque Coulin, profesor de Ginecología en la Facultad del Litoral, hoy fallecido.
Era, sin dudas, un cuadro poderoso.
Yo debía marcar a Houssay, que era muy veloz, pero ya sea porque estaba en un buen día, o por mi afán de evitar una derrota, lo cierto es que me comporté con eficacia y Houssay no pudo jugar como de costumbre.
Ante ello, Coulin resolvió pasar a ocupar ese puesto.
Coulin era un perfecto atleta y de juego muy recio. No habían transcurrido muchos minutos desde el momento en que se realizó el cambio, cuando en plena carrera, y desde larga distancia, impulsé con fuerza singular la pelota, que fue a dormir…en la red adversaria.
Pero lo que no tuve tiempo de advertir o evitar, fue el formidable pechazo de Coulin en el momento de que yo shoteaba. Sólo sé que caí a muchos metros de distancia y quedé knock out, por largo rato.

EL PARTIDO CONTRA “VILLA BALLESTER”

¿Veremos que, lo que pudo haber sido gol, se convirtió en una anécdota graciosa?
Ya sosteníamos luchas oficiales. Ese día teníamos que enfrentar a Villa Ballester.
La tarde no era de las más propicias para jugar y, era menester, cumplir ese compromiso.
La lluvia había dejado la cancha en pésimas condiciones, pero ese detalle no era de fuerza suficiente como para disminuir el entusiasmo.
Tuvimos, sin embargo una sorpresa.
A la hora de iniciarse el partido, nos faltaba un jugador. Invitamos a Enrique Salvarezza, nuestro hincha Nº 1, para que cubriera el claro que dejaba el ausente.
Quiso la mala suerte que el ausente fuera el arquero y Salvarezza, a pesar de su buena voluntad, no pudo evitar que el primer tiro que le enviaron, se convirtiera en gol.
Decidí pasarlo a la línea de ataque, para evitarnos nuevos disgustos.
A los pocos minutos Salvarezza, recibió la pelota e, impulsado por no se que intención, empezó a correr, pero …hacia nuestro propio arco
Era una luz, y no había manera de detenerlo.
La alarma se generalizó.
Fue entonces cuando se me ocurrió gritarle a nuestro back:
- “¡Paralo, Pellerano!”
y este, con inusitados bríos, se arrojó sobre el “ocasional rival”.
Salvarezza fue a dar con su humanidad en una laguna del terreno y la pelota salió sin dirección.
El héroe se levantó cargado de barro y solo atinó a decir:
- “¡Me equivoqué! ¡Ah, pero si hubiera sido en el otro arco, no se salvan del gol !”

UN PATADURA HIZO UN GOLAZO Y SALVO SU PRESTIGIO

Teníamos que jugar un match por la Copa Competencia.
Compromiso muy difícil del que dependía mucha de nuestra chance en el torneo.
Para alarma y desasosiego de todos nosostros, el día anterior se enfermó uno de los titulares del equipo.
Yo sostenía que el suplente debía buscarse entre los integrantes del “equipo de menores”.
No compartían mi opinión los restantes compañeros. Ellos insistían en que, el gran candidato, era un tripulante de un barco mercante, al que habían visto practicar en el puerto, y del que contaban maravillas.
Acepté finalmente y el extranjero vistió la casaca riverplatense.
¡Que mal rato nos hizo pasar!
Era hombre de juego rústico con buen tiro, pero que poco, o nada, sabía de la técnica del fútbol y, para colmo, no hablaba una palabra de castellano. No era posible ponerse de acuerdo con él.
Por largo rato corrió por la cancha de un lado a otro, sin conseguir justificar la defensa que, de él, habían hecho los muchachos.
Desesperábamos ya y nos adjudicábamos, unos a otros, la culpa de su inclusión, cuando, faltando muy pocos minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario, el hombre se despachó un golazo extraordinario a una distancia aproximada de cuarenta metros.
Nos dejó mudos de asombro, pero la reacción que provocó nuestro júbilo hizo olvidar rápidamente todas las protestas anteriores.
El gol valía mucho más que una actuación brillante.
El tripulante extranjero nos había ganado un partido que parecía de muy difícil definición; cosas del fútbol.

LOS TRES PALOS DE LA SUERTE

Como había ocurrido con el alambrado, los postes y la casilla, los primeros arcos de nuestra cancha, también los obtuvimos por donación. El generoso gesto correspondió al padre de Alberto Flores, que era integrante del equipo.
¡Y vean que curiosa coincidencia! Esos arcos parecían el amuleto que necesitábamos para asegurar nuestros triunfos futbolísticos.
Durante una temporada conseguimos que no nos marcaran ningún gol, pero la primera caída llegó….y fue por conducto del mismo Flores que, al intentar un rechazo, venció nuestra propia valla.
Entiendo que es interesante recordar los nombres de aquellos que integraron los conjuntos de River Plate en la primera etapa de su larga vida. Etapa difícil en la que surgieron, a cada paso, obstáculos que lejos de amilanarnos, templaron nuestros corazones.

He aquí los nombres:

Moltedo
Ratto y Cevallos
Peralta, Carrega y Bard (Capitán)
Kitzler, Martínez, Alberto Flores, Zanni y Messina

En otros partidos, de la misma temporada inicial, actuaron también:
Zanni, De la Fuente, J. Flores, Rolón, Botteri, Galup, Pellerano, Zuanich y Tarrico

En la misma División “B”, jugaron:

Bonino
Reynoso y Botteri
Priano, Mercolini y Rodríguez
Rolón, Mella, Moltedo, Butta y Antelo.
Pocos de estos nombres quedaron como glorias del fútbol argentino.

Puedo asegurar, no obstante, que había entre ellos varios que conocían perfectamente los cánones del popular deporte y, sobre todo, que llevaban a River en su corazón.

….Y NOS ROBARON LA ROPA

Los asociados de las nuevas generaciones no conocen las dificultades que se encontraban en aquellos primeros partidos oficiales. Nosotros supimos de muchas de ellas.
Una hay en nuestro recuerdo que, por lo pintoresca, provocó no pocas burlas y comentarios.
Debíamos enfrentar a Racing en Avellaneda.
La cancha de este club estaba a cuatro cuadras de Avenida Mitre, del lado opuesto al que actualmente ocupa, y en un terreno que se conocía por “la cancha del lecherito”.
¡Que partidos bravos y reñidos disputamos en aquel famoso field!
Recuerdo los nombres de Alvear, Vidaillac, Obaoa, Barceló, grandes y caballerescos jugadores que, como tantos otros, honraron a la querida Institución de Avellaneda.
Empezó el partido.
Nuestro entusiasmo nos hizo olvidar que la ropa, depositada en el suelo por falta de espacio, corría serio peligro.
Y, naturalmente, la ropa desapareció.
Al menos la de Flores y la mía.
Por fortuna nuestros rivales eran verdaderos caballeros y nos solucionaron tan difícil problema. Barceló me facilitó un traje y, a su vez, Flores consiguió igual “gauchada” de Alvear.
¡Había que verme con un traje que hubiéramos tenido albergue tres como yo!
Por cierto que la cosa no era muy divertida, pero el buen humor de los compañeros nos hizo olvidar la tragedia y el percance terminó por ser la nota cómica de la jornada.

_____________________

Vamos a la última estampa del origen y nacimiento de nuestro club.

Vale la pena cotejar algo. El terreno del ayer en Dársena Sur, nos costó un peso con cincuenta centavos de estampillado fiscal (que ni siquiera pagamos). El hoy Estadio Monumental, solo el terreno erogó la suma de $ 569.403,12. El costo actual del Estadio…un sinfín de millones de pesos, no me atrevo a decir la astronómica cifra.


LA FUNDACION DEL CLUB Y SU EVOLUCION


He reseñado la histórica fundación de nuestro querido River Plate, convencido de que ella podría aportar enseñanzas para los asociados y simpatizantes.
Es que fundar una Institución en un clima de dificultades de toda naturaleza y sortear mil obstáculos, sin otro capital que un enorme entusiasmo y un núcleo de corazones bien templados, es empresa de magnitud poco común.
Por ello creo que la fundación de “River Plate”, es una de las más grandes obras de mi vida. Constituye la realidad de una ilusión que acaricié en mis tiempos de estudiante. Ese ideal, de adolescente, que pareció entonces una utopía, es hoy una realidad que hace honor al deporte argentino.
Un club humilde hace algunos años, ha ido acrecentando sus recursos económicos y morales merced al esfuerzo común y, si alguna vez una dificultad pudo quebrantar la fe, apareció de inmediato el espíritu de lucha de sus más esforzados soldados y, de cada contratiempo, River surgió más poderoso y pujante.
Por ello me siento realmente orgulloso de haber contribuido a dar vida al club, haber aportado mi capacidad física e intelectual para que la entidad llegara a ser lo que es en la actualidad.
Sería injusto que, en esta serie de recordaciones, olvidara a los que quedaron en el camino inicial.
Dos nombres acuden especialmente a mi mente: Enrique Balza y Enrique Salvarezza, verdaderos caballeros, dentro y fuera de los campos del deporte, y a quienes tanto debe nuestro club en los albores de su vida.
Quiero destacar también en esta breve historia, el sacrificio de los primeros soldados. Mi homenaje consistirá en la mención de sus apellidos. Ellos dicen ya suficiente:

Messina, Capelletti, Alfredo y Enrique Zanni, Botinelli, Rolón, Kitzler, Drimer, C. Antelo, Martínez, Cirigliano, Souza, Hermanos Pita, Reynoso, Tarico, Arata y Pellerano.

El primer equipo que defendió los prestigios de River Plate, lo integraron:

Moltedo
Ratto y Cevallos
Peralta, Cárrega y Bard (Capitán)
Kitzler, Martínez, Flores, Zanni y Messina.
Me parece oportuno reproducir aquí, las bonitas palabras que, hace algunos años, publicó “El Diario”, refiriéndose a los primeros pasos de River:
“River Plate ha sabido llegar al alma del pueblo.
“Arrullaron sus primeras glorias deportivas, las canciones de los marineros “alegres de alcohol que, ya alta la luna, buscaban a tientas sus barcos en “silencio. Allá, en la Dársena Sur, próxima a las goletas nostálgicas, “ansiosas de nuevos horizontes, la heroica cancha de “River Plate”, era “como un símbolo entre el humo de las chimeneas y las lamentaciones de “los guinches.
“Allí conoció los halagos de las primeras satisfacciones en la vida siempre “agitada del fútbol porteño.
“River Plate era la consecuencia del entusiasmo y del amor de un núcleo de “muchachos que, divididos en dos bandos, Santa Rosa y La Rosales, "decidieron unirse bajo una sola, amplia y fraternal bandera. Empresa "juvenil que, lógicamente, tenía que perdurar y consolidarse a través de los "años.
“Ansias de un gran club alentaban sus fundadores, pero entonces la época “todavía no era propicia a las extraordinarias concentraciones del pueblo en “los campos de juego. Y con un desinterés único, dirigentes y jugadores se “dedicaron a la tarea de que, el nombre de River Plate, merced a los triunfos “de sus poderosos equipos, estuviera presente en el recuerdo de todos los “barrios de la metrópoli.
“Pero una tarde ya no llegó hasta el río en calma el grito de ¡¡Gol!!. River “Plate se había marchado para siempre de la Dársena Sur. Esa tarde las “canciones de los marineros, ya no fueron tan alegres.
“Elocuente lección de superación, y de renovados progresos, los que nos “brinda el viejo club, que un día supo de las heroicidades de una caja de “hierro sin recursos, y del amor de muchos corazones, dispuestos a darlo “todo, para verlo cada día más gloriosos.


LA REALIDAD DE UN SUEÑO


Pasa por mi imaginación la inauguración de nuestro Estadio Monumental, un 22 de mayo de 1938, cuando Monseñor Napal, bendijo su campo de deportes, señalando el ilustre prelado el patriotismo de la obra realizada, exaltando la fe de los hombres del gran club, que con tesón y energía, iniciaron y continuaron, ese templo del deporte, orgullo de la Argentina y admiración del universo.
El día 26 de mayo de ese año, se realizó la inauguración oficial del Estadio.
Veo la llegada de la antorcha olímpica, que portaba el atleta Ignacio Ovejero, frente al palco oficial, donde se había instalado el artístico bracero de hierro forjado, envuelto en la bandera argentina, donado por los alumnos del “Instituto Tutelar de Menores Carlos Pellegrini”.
El atleta criollo, vistiendo el uniforme azul y blanco, era el primero en llegar a la meta desde Pilar.
Hizo entrega de la antorcha al edecán del Presidente, quien encendió el “fuego sagrado del deporte”.
Es así, como se encendió la llama votiva del deporte en el hoy llamado “Estadio Monumental”, que nunca jamás la ceniza cubra la llama ondulante en la gigantesca mole de piedra, que se levanta como centinela avanzado al pie del fuego sagrado que los hombres robaron a los dioses.
Fue nuestra cuna, tierra vecina al Río de la Plata, donde flameó la primera bandera de River. Allí la plantamos un grupo de jóvenes, enlazándola con la que lleva entre el celeste y blanco, el sol de mayo.
Seguimos cerca del majestuoso Plata y, fieles a ello, llevamos su nombre para la eternidad.
En nombre de los pocos que quedamos, que hemos visto y vivido el ayer, les decimos a los que forman la inmensa masa de esta Institución, que nuestro ensueño ha sido superado por la realidad.
Ha sido un ejemplo de la conducción de todos sus dirigentes, de sus asociados que han colaborado en todo y de los millares y millares de simpatizantes, que ha sabido nuclear, en su brillante trayectoria.


RIVER PLATE: TEMPLO DEL DEPORTE
ORGULLO DE LA ARGENTINA

Al dejar en este opúsculo la reseña del nacimiento de River Plate, vuestro primer Presidente y vuestro primer Capitán, os conmina a seguir la obra de engrandecer el historial de River Plate; a no considerar nunca que, por pequeño que sea un esfuerzo, no sea útil.
Pensemos que con ello contribuimos a la solidaridad humana, conquista de un valor incalculable en estas horas de tantas luchas e inquietudes en el mundo.
Sean todos nuestros esfuerzos puestos al servicio de da la grandeza de nuestra Institución: con ella formaremos en la avanzada de los que forjan la grandeza de la Argentina.

Que Dios ilumine para siempre, como hasta hoy, el derrotero del Club Atlético River Plate, caballero y señor del deporte argentino.

ESTATUTO

AGRUPACIÓN 25 DE MAYO

ESTATUTO


NOMBRE - FINALIDADES - DISTINTIVO
Artículo 1º
La Agrupación 25 de Mayo, fundada el 25 de mayo de 1967 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la que fija su residencia legal, es una Asociación Civil sin fines de lucro, con personería política otor-gada por el Club Atlético River Plate (en adelante denominado CARP), creada con las siguientes fina-lidades:
1. Formar hombres y mujeres aptas para ocupar cargos directivos y dirigenciales en la conducción del CARP, transmitiéndoles la adopción de principios éticos, cultivando en ellos la condición esencial de trabajar úni-camente para engrandecer a la Institución, sin servirse de ella.
2. Mantener y alentar la fe en la divisa riverplatense y en los representantes del Club, en todas las activida-des en las que participen defendiendo los colores Institucionales.
3. Promover el espíritu de solidaridad entre los asociados del Club.
4. Mantener relaciones amistosas y participativas con las restantes Agrupaciones riverplatenses que militan en la política del Club, a fin de propender a la búsqueda de los mejores logros para la Institución.
Artículo 2º
La Agrupación 25 de Mayo utiliza como logotipo oficial el que a continuación se indica, cruzado con la tradicional banda roja, el cual forma parte de su bandera, escudo, distintivo y membrete oficial.
El número romano V (cinco) representa a mayo, que es el mes número 25 del año.


ADHERENTES
Artículo 3º
Para ser adherente de la Agrupación 25 de Mayo se requiere tener 18 (dieciocho) años de edad cum-plidos y un mínimo de 3 (tres) años continuados de antigüedad como socio del CARP.
Artículo 4º
Previa aprobación de la Comisión Directiva agrupacional, podrán ingresar como "Aspirantes a Adhe-rentes de la Agrupación" aquellos socios del Club que, aunque no reúnan los requisitos de edad y/o antigüedad indicados en Artículo 3º, acepten incorporarse como Aspirantes para iniciar su capacitación en temas Institucionales. Podrán realizar las tareas que les encomiende la Agrupación pero carecerán de derechos políticos y no estarán obligados a abonar el aporte mensual establecido para los adhe-rentes.
Artículo 5º
La Agrupación no podrá incorporar como adherentes a socios del Club que estén afiliados a otra Agru-pación vigente del CARP.
Artículo 6º
Como prueba fehaciente de lo exigido en Artículo 5º, la solicitud de inscripción tendrá carácter de declaración jurada de los datos que cada adherente ha informado.
Artículo 7º
La Agrupación, si así lo decide, informará al Club su listado de adherentes para que sean incorporados al Registro de la Institución y podrá efectuar actualizaciones en las oportunidades que crea conveniente.

GOBIERNO DE LA AGRUPACIÓN
Artículo 8º
El gobierno y la administración de la Agrupación se ejercen por los siguientes órganos de gobierno:
§ Asamblea de Adherentes.
§ Comisión Directiva.
§ Comisión Fiscalizadora.
Artículo 9º
Para formar parte del gobierno de la Agrupación sus adherentes, deberán cumplimentar todos los requi-sitos solicitados en el Ítem b) del Artículo 11º de este Estatuto.

ASAMBLEAS DE LA AGRUPACIÓN
Artículo 10º
Asambleas Ordinarias
Se realizarán cuando las convoque su Comisión Directiva para:
a) Establecer, analizar o proyectar pautas de actuación política y/o disposiciones de orden Administrativo.
b) Someter cuestiones tales como homenajear u otorgar títulos honorarios a adherentes destacados, o de-cidir la aplicación de sanciones a adherentes incursos en faltas de ética o conducta, preservándoles el derecho de defensa.
Artículo 11º
Asambleas Extraordinarias
Las convocará su Comisión Directiva para:
a) Definir la posición política que asumirá la Agrupación en los comicios del CARP y/o los términos de sus concertaciones con eventuales aliados, y/o para facultar directamente a su Comisión Directiva en la rea-lización de dichas tratativas, fijando el límite de las facultades otorgadas.
b) Elegir nuevas autoridades agrupacionales en la Asamblea Extraordinaria Electoral, que se celebrará en todos los meses de marzo posteriores a la elección que cada 4 (cuatro) años realiza el CARP.
Los candidatos propuestos deberán reunir los siguientes requisitos:
1) Tener actualizados sus pagos con la Tesorería del Club y con la Agrupación.
2) Cumplir lo que exige el CARP en su Estatuto, para los candidatos a Comisión Directiva, Comi-sión Fiscalizadora y Representantes de Socios.
3) Tener cumplida una antigüedad mínima de 4 (cuatro) años ininterrumpidos como adherentes de la Agrupación.
4) La postulación de candidatos que, aún cumpliendo lo requerido en los subítems b1) y b2) anteriores, no tengan la antigüedad mínima agrupacional exigida en el subítem b3) anterior, solamente será posible si, a criterio único de la Comisión Directiva de la Agrupación, esta los habilita como candidatos, siempre que para ello reúna, como mínimo, el apoyo de los dos ter-cios de los miembros titulares presentes.
Será proclamada vencedora la lista de integración de Comisión Directiva y Comisión Fiscalizadora, que acumule mayor cantidad de votos de adherentes presentes. Los que resulten elegidos tendrán un mandato que se inicia el 30 de abril siguiente a la elección de autoridades del CARP y caduca 4 años después, en el día 29 de abril del último año de dicho período.
c) Solicitar al Club autorización para reformar el Estatuto de la Agrupación, siempre que la propuesta con-tinúe incluyendo los contenidos mínimos requeridos en el Capítulo correspondiente del Reglamento Ge-neral Interno y que se siga respetando el espíritu y letra del Estatuto del CARP.
Artículo 12º
La Agrupación no podrá omitir el cumplimiento del calendario de realización de las Asambleas de reno-vación de autoridades, a menos que esto sea autorizado por las autoridades del CARP. En caso de haber incurrido en esta omisión, sin causa justificada a criterio del Club, este último podrá aplicarle san-ciones.
Artículo 13º
La Comisión Directiva de la Agrupación 25 de Mayo, o sus adherentes que lo deseen, podrán solicitar al CARP que envíe un funcionario del Club para que actúe como veedor en su Asamblea de renovación de autoridades, cuya misión y alcance será verificar la validez de las candidaturas en función de lo establecido en el Reglamento General Interno del CARP y en este Estatuto Agrupacional, como así también para que revise si se han cumplido los requisitos de la convocatoria a sus adherentes y cons-tate que los que se hallan presentes reúnen las condiciones estatutarias para emitir su voto.
Artículo 14º
En todos los casos, las convocatorias a Asambleas se enviarán en forma fehaciente, por el sistema que oportunamente haya aprobado la Comisión Directiva agrupacional, con un mínimo de 20 (veinte) días corridos de anticipación a su realización, adjuntando a la convocatoria la documentación soporte de los temas a considerar.
Artículo 16º
Para que a los adherentes que concurran a las Asambleas les sea permitido su ingreso, deberán estar al día con la Tesorería de 25 de Mayo y con la Tesorería del CARP, como así también demostrar su identidad y firmar el Libro o Planillas de Asistencia, en los que estarán previamente registrados aquellos que reúnen las condiciones habilitantes establecidas en este Estatuto.
Artículo 17º
Las Asambleas se declararán constituidas a la hora citada si se halla presente, como mínimo, un tercio de los adherentes inscriptos en su Registro actualizado, que se hallen estatutariamente habilitados para participar en las Asambleas. Si no hubiere concurrido esa cantidad, una hora más tarde se celebrarán con la cantidad de adherentes presentes habilitados. En una u otra forma sus acuerdos serán válidos.
Artículo 18º
En las Asambleas no podrán tratarse más asuntos que los expresamente indicados previamente en el Orden del Día, no teniendo facultades la Asamblea en curso para proponer y/o tratar y/o aprobar una excepción a esta disposición estatutaria.
Artículo 19º
Las resoluciones de las Asambleas se tomarán por mayoría votos de los Adherentes presentes habilita-dos, excepto los casos en que este Estatuto requiera una mayoría especial. Se podrá efectuar votación en forma nominal cuando el pedido sea apoyado, como mínimo, por un tercio de los adherentes pre-sentes registrados.
Artículo 20º
Los adherentes habilitados estatutariamente para participar en las Asambleas, tendrán derecho a hacer uso de la palabra en la consideración de cada uno de los asuntos que se sometan a la deliberación de la misma, pero no podrán hacer uso de ese derecho sin haberlo solicitado previamente a la Presidencia, la que lo acordará en el orden en que haya sido solicitado.
Artículo 21º
El Presidente y Secretario de cada Asamblea serán nombrados por la decisión mayoritaria de los adhe-rentes habilitados que se hallan presentes en las mismas, pudiendo recaer el desempeño de esas funciones en el Presidente y Secretario Administrativo agrupacional, respectivamente.


COMISIÓN DIRECTIVA
Artículo 22º
La Agrupación 25 de Mayo será dirigida, administrada y representada en todos sus actos, por una Comisión Directiva integrada por Presidente, Vicepresidente 1º, Vicepresidente 2º y la cantidad de Vo-cales Titulares y Suplentes que haya aprobado la Asamblea Electoral. Como establece el Artículo 25º, tendrá, como mínimo, 5 (cinco) Secretarios que ocuparán las Secretarías de Hacienda, Administrativa, Acción Política, Relaciones Públicas y Prensa.
Artículo 23º
Para ser miembro de la Comisión Directiva de la Agrupación 25 de Mayo se requiere cumplir los requi-sitos indicados en Artículo 9º.
Artículo 24º
Los miembros de la Comisión Directiva de la Agrupación se eligen por un mandato de 4 (cuatro) años en el ejercicio de sus cargos, conferidos por elección directa en la Asamblea Electoral Extraordinaria prevista en Artículo 11º, inciso b) de este Estatuto, pudiendo ser reelectos indefinidamente, excepto el Presidente que solamente podrá ocupar este cargo durante 2 (dos) mandatos sucesivos, transcurridos los cuales deberá abstenerse de integrar cargo alguno en la Comisión Directiva durante el período siguiente.
Artículo 25º
En la primera reunión que al inicio del mandato realice cada nueva Comisión Directiva, el Presidente nombrará, de entre los Vocales electos, a los Secretarios, Prosecretarios y asignará a los Vocales que integrarán cada una de las cinco Secretarías indicadas en el Artículo 22º, a las que agregará otras Secretarías que decida incorporar, distribuyendo entre los restantes Vocales, la asignación de las responsabilidades que juzgue oportuno hacer. Todos estos cargos tendrán mandato por 1 (un) año, a cuya finalización el Presidente podrá ratificar o rectificar estas designaciones. Igual temperamento adoptará en cada uno de los años siguientes.

DEBERES y ATRIBUCIONES DE LA COMISIÓN DIRECTIVA
Artículo 26º
Su conducción deberá observar estrictamente lo que se establece en el Reglamento General Interno del CARP y en este Estatuto.
Artículo 27º
La Comisión Directiva se reunirá en sesión ordinaria, como mínimo, una vez por mes y en forma extra-ordinaria cuando el Presidente por si, o cuando 5 (cinco) de sus miembros titulares lo soliciten con indicación expresa del Orden del Día a considerar. La reunión extraordinaria únicamente será válida si la pertinente convocatoria es informada, en forma fehaciente, a todos sus integrantes con un mínimo de 48 (cuarenta y ocho) horas de anticipación a su realización.
Artículo 28º
Todos los miembros Titulares tendrán voz y voto en las sesiones de Comisión Directiva, excepto el Pre-sidente que tendrá voz, pudiendo ejercer su derecho a voto únicamente para decidir en caso de empate.
Artículo 29º
La Comisión Directiva podrá iniciar su sesión cuando la cantidad de miembros Titulares presentes supe-re el 50 (cincuenta) por ciento de sus integrantes estatutarios. Sus decisiones serán válidas por mayoría de votos de miembros presentes.
Artículo 30º
La Comisión Directiva de la Agrupación efectuará sus reuniones asentando todas sus decisiones y votaciones en su Libro de Actas, el cual habrá sido previamente rubricado por el CARP. En cada reunión se identificará a los Directivos y Adherentes presentes, quienes firmarán el Libro o Planilla de Asistencia para dejar debida constancia de su participación.
Artículo 31º
La Agrupación informará al CARP, con no menos de 60 (sesenta) días corridos de anticipación, la fecha en que proyecta realizar su Asamblea Electoral o la Reforma de su Estatuto. En este último caso adjun-tará copia de la nueva propuesta.
Artículo 32º
Luego de cada Asamblea Electoral y una vez designados por el Presidente los Directivos que ocuparán los distintos cargos en Secretarías, Prosecretarías y Vocalías, la Agrupación remitirá al CARP la lista completa de Comisión Directiva y Comisión Fiscalizadora.
Artículo 33º
La Agrupación dirimirá sus controversias internas, si las hubiere, agotando las instancias de procedi-mientos alternativos de solución de conflictos, en forma previa a recurrir a la Justicia.
Artículo 34º
En caso de ausencia temporal del Presidente, su cargo será cubierto por el Vicepresidente 1º o el Vice-presidente 2º, en ese orden, con sus mismas atribuciones y obligaciones.
Artículo 35º
En caso de ausencia permanente del Presidente, lo reemplazará el Vicepresidente 1º. Si eso ocurriera con el Vicepresidente 1º, lo reemplazará el Vicepresidente 2º y, en ambos casos, hasta completar el mandato. A este último lo sucederá el miembro Titular que esté ocupando alguna de las Secretarías. En todos los casos las vacantes serán cubiertas con reemplazos designados por el Presidente agrupacio-nal. De no existir Vocales Titulares para cubrir sus respectivos reemplazos, el Presidente podrá promo-ver a Titular a un Vocal Suplente. Todas las designaciones durarán hasta completar el mandato de los reemplazados.
Artículo 36º
Atribuciones, Deberes y Obligaciones del Presidente:
1) Representar a la Agrupación en todos sus actos legales, sociales y políticos, ejerciendo las funciones inhe-rentes al cargo.
2) Dirigir y organizar las reuniones de Comisión Directiva, decidiendo con su voto los casos de empate.
3) Dar por suficientemente discutido cualquier asunto, siempre que no tenga mayoritaria oposición.
4) Firmar conjuntamente con los Secretarios Administrativo y de Hacienda, según corresponda por la naturaleza de su contenido, las Actas, Correspondencia, Balances, Cheques y demás documentos.
5) Autorizar con su firma, junto con la del Secretario de Hacienda, los pagos, gastos o recibos de cualquier tipo, dispuestos por la Comisión Directiva.
6) Hacer cumplir las disposiciones de este Estatuto, las resoluciones de las Asambleas y de la Comisión Directiva.
7) Resolver los casos de urgencia, convocando a la Mesa Directiva para actuar según lo que decida este cuerpo, dando cuenta de lo actuado en la primera reunión de Comisión Directiva que se celebre, para que esta ratifique o rectifique el tratamiento dado a los asuntos resueltos por la Mesa Directiva.
Artículo 37º
Atribuciones, Deberes y Obligaciones del Secretario Administrativo:
1) Refrendar la firma del Presidente en todo tipo de documentación o correspondencia, excepto en todo aquello vinculado a cuestiones de la Secretaría de Hacienda.
2) Resguardar bajo su responsabilidad el Libro de Actas de la Agrupación rubricado por las autoridades del CARP y las Planillas de Asistencia a las reuniones de Comisión Directiva.
3) Hacer firmar el Libro o Planillas de Asistencia a los miembros de Comisión Directiva y de Comisión Fiscali-zadora.
4) Redactar las actas correspondientes a las reuniones de Comisión Directiva, dejando asentadas las deli-beraciones más trascendentes, resoluciones finales y resultado de las votaciones.
5) Tener actualizado el Registro Total y el Padrón de Adherentes de la Agrupación.
6) Operar todos los asuntos administrativos de la Agrupación, diligenciando los trámites que sea necesario realizar.
7) Organizar y mantener ordenados los archivos de la correspondencia y documentos.
8) Tener bajo su custodia y autorizar el uso de los sellos oficiales, papel y sobres con los membretes apro-bados por la Agrupación y reconocidos por el CARP.
9) Desempeñar las restantes funciones que este Estatuto le impone.
Artículo 38º
Son deberes del Prosecretario Administrativo auxiliar en sus funciones al Secretario.
Artículo 39º
De ocurrir la ausencia temporal del Secretario Administrativo, lo sustituirá el Prosecretario respectivo, con sus mismos derechos y obligaciones.
Artículo 40º
En caso de ser permanente la ausencia del Secretario Administrativo, el Presidente procederá según establecido en Artículo 35º.
Artículo 41º
Deberes y Obligaciones del Secretario de Hacienda:
1) Cobrar las cuotas mensuales que se requieran a los adherentes para sostener los gastos agrupacionales.
2) Depositar, si se considera apropiado y conveniente, los montos que eventualmente recaude o perciba la Agrupación, en la cuenta abierta en la entidad bancaria o financiera aprobada por la Comisión Directiva.
3) Autorizar los pagos aprobados por la Comisión Directiva.
4) Refrendar la firma del Presidente en toda orden de retiro de fondos y en toda la documentación y corres-pondencia vinculada a la Secretaría de Hacienda.
5) Hacer las registraciones contables respaldatorias de los movimientos de fondos realizados en la Agrupa-ción.
6) Conservar archivada y ordenada toda la documentación soporte de su gestión.
7) Someter a la Comisión Fiscalizadora agrupacional toda la documentación contable que esta solicite cada vez que desee hacer revisión de comprobantes de ingresos y egresos, inspecciones, arqueos de caja, etc.
8) Firmar, junto con el Presidente, la correspondencia y documentos vinculados a los temas de Hacienda.
Artículo 42º
De ocurrir la ausencia temporal del Secretario de Hacienda, lo sustituirá el Prosecretario respectivo con sus mismos derechos y obligaciones.
Artículo 43º
En caso de ser permanente la ausencia del Secretario de Hacienda, el Presidente procederá a su reem-plazo según establecido en Artículo 35º.
Artículo 44º
Deberes y Obligaciones generales de los Secretarios:
1) Concurrir a las reuniones de Comisión Directiva, con voz y voto.
2) Firmar el Libro o Planillas de Asistencia a las reuniones de Comisión Directiva.
3) Ocupar las funciones en las Secretarías en las que fueron designados por el Presidente de la Agrupación.
4) Además de lo indicado en ítem 3) anterior, desempeñar las restantes responsabilidades que, en forma temporal o permanente, les encomiende el Presidente o la Comisión Directiva.
Artículo 45º
Deberes y Obligaciones generales de los Prosecretarios:
1) Concurrir con voz y sin voto a las reuniones de Comisión Directiva, sin que se les computen inasistencias.
2) Firmar el Libro o Planillas de Asistencia a reuniones de Comisión Directiva.
3) Desempeñar las funciones y responsabilidades que les asigne el Presidente o la Comisión Directiva.
4) Reemplazar a sus respectivos Secretarios, en caso de ausencia temporal de estos, según lo establecido en este Estatuto.

MESA DIRECTIVA

Artículo 46º
La Mesa Directiva de la Agrupación estará integrada exclusivamente por Presidente, Vicepresidente 1º, Vicepresidente 2º, Secretario Administrativo, Secretario de Hacienda y Secretario de Acción Política. En los casos de ausencias de alguno de estos, no serán reemplazados.
Artículo 47º
Se reunirá cuando la convoque el Presidente o, en ausencia de este, los Vicepresidentes en su orden, para tratar asuntos cuya urgencia o importancia requiera una decisión inmediata. Este cuerpo resolverá el tema siguiendo su mejor criterio, debiendo dar cuenta de lo actuado en la primera reunión de Co-misión Directiva que se celebre, la que ratificará o rectificará la medida anticipadamente adoptada.

COMISIÓN FISCALIZADORA

Artículo 48º
La Comisión Fiscalizadora tiene por misión principal velar por el cumplimiento de las normas legales y estatutarias relacionadas con la defensa del patrimonio de la Agrupación, con objeto de contribuir a su mejor desenvolvimiento económico y financiero.
Artículo 49º
Esta Comisión estará integrada, como mínimo, por 3 (tres) Fiscalizadores Titulares y un mínimo de 1 (uno) Fiscalizador Suplente, elegidos en la Asamblea Electoral Extraordinaria prevista en Artículo 11º, por un mandato de 4 (cuatro) años, pudiendo ser reelectos indefinidamente.
Artículo 50º
Una vez electa la Comisión Fiscalizadora, se constituirá eligiendo, de entre sus miembros Titulares, un Presidente y un Secretario, lo que informará de inmediato a la Comisión Directiva agrupacional.
Artículo 51º
Los Fiscalizadores Titulares y Suplentes no podrán ejercer ningún otro cargo en el gobierno de la Agru-pación.
Artículo 52º
Para ser electo Fiscalizador Titular o Suplente se deben cumplimentar los mismos requisitos de edad y antigüedad que los exigidos para ser miembro de la Comisión Directiva agrupacional.
Artículo 53º
De producirse la vacante permanente de un Fiscalizador Titular, su cargo será ocupado por el primer Fiscalizador Suplente, hasta concluir su mandato.
Artículo 54º
La Comisión Fiscalizadora podrá asistir con voz y sin voto a todas las reuniones de la Comisión Direc-tiva y Asambleas agrupacionales. Se reunirá cada vez que la convoque su Presidente o cuando así lo solicite alguno de sus miembros titulares.

DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 55º
Queda totalmente excluido de los fines de la Agrupación 25 de Mayo, organizar reuniones partidarias que traten cuestiones religiosas o vinculadas a la política nacional o internacional, de cualquier índole o naturaleza.
Artículo 56º
Ninguna Asamblea de la Agrupación podrá resolver su disolución mientras haya, como mínimo, 13 (trece) adherentes dispuestos a sostenerla y conducirla. Si esta condición no se cumpliere por falta de sostenedores, se podrá realizar su disolución, cancelando sus deudas y donando al CARP los activos remanentes que existieren.