viernes, 25 de septiembre de 2009

A la Selección hay que venir siempre con buena cara

Daniel, palabra más autorizada para opinar de la Selección, banca a la camiseta, a quienes la defienden y a los que dejan todo por ella, así como el lo hizo con la celeste y blanca, y con nuestra gloriosa banda roja que nos cruza el alma!!!

En una entrevista publicada por Olé se muestra como és, autentico, el "lider" que nos está haciendo falta en nuestro club....

Aquí la nota...

Daniel Passarella hace rato que no va al predio de la Selección en Ezeiza. Aún no conoció el edificio nuevo, un lugar confortable y repleto de nostalgia. Allí hay fotos de los planteles campeones, de los técnicos que dieron la vuelta olímpica. Y dos gigantografías con la Copa del Mundo de mayores. La única cara que se repite -levantando el trofeo en Argentina 78 y a un costado de Diego en México 86- es la del Kaiser. Tiene de qué jactarse... "En la Argentina hay 44 medallas de campeones del mundo para 43 jugadores", cuenta el ex Gran Capitán sumando los dos planteles. Por fuera es el mismo, pero cambió. Passarella está rodeado de afiches que lo postulan para presidente de River en las próximas elecciones. Jura haber archivado al entrenador que vivió en él. "Ya no soy técnico", avisa. Pero igual deja la política por un momento y habla de la Selección. Cuando el Kaiser se suelta, la pelota no rebota en sus zapatos negros...

-¿Cómo lo ves a Diego como entrenador?

-A Diego le deseo lo mejor. Argentina tiene que ir al Mundial. Y pienso que se va a clasificar.

-¿Es una expresión de deseo o confianza real?

-Es cierto que la Selección no rindió como debería, pero a pesar de todo es un equipo que si se organiza un poco, mete miedo. Argentina le va a ganar acá a Perú. Y ahí se asegura el Repechaje. Se tienen que dar unos resultados muy difíciles para que eso no ocurra.

-Nos habíamos desacostumbrado a vivir esto.

-Antes de México 86, con Bilardo estuvimos afuera a 12 minutos del final. El día del partido con Perú. Y después, en el 93 tuvimos que jugar contra Australia.

-Pasaron 16 años. Vos, Bielsa y Pekerman se clasificaron bastante antes.

-A esta altura de las Eliminatorias estábamos clasificados. Terminamos primeros. Pero en la primera rueda íbamos quintos, y me atacaron mal. Me tocó la hora más difícil en el fútbol argentino y a la vez lo peor que le puede pasar a una persona en su vida. Fue el después de Maradona. Y se murió mi hijo Sebastián. Nadie se apiadó de que estaba destruido... Trataba de aguantar, pero la verdad es que el dolor no se va nunca. Hoy a la mañana agarré una de las fotos de mi hijo. Esa imagen la tengo varias veces por día. No hay día que no lo recuerde.

-Hablás del post Maradona. ¿Messi no es quien llegó para sucederlo?

-No creo que Messi tenga la misma dimensión que Diego. Respetando las edades. ¿Messi tiene 22? A esa altura Diego hacía cosas diferentes. Pelé se destacó mucho con Jairzinho, Gerson, Tostao y Rivelino. ¡Pero había que destacarse entre ellos! Messi también juega en un equipo que es una maquinita y se destaca. Diego, en cambio, lo hacía en el Napoli, un equipo que no sabés lo que era... No ganó la Champions pero sí la UEFA y dos scudettos. Eso con el Napoli era como salir campeón de la Champions League.

-¿Diego era más conductor de la Selección?

-No creo... No sé si era el conductor de la Selección del 86. Diego en realidad rompía los sistemas. Además, en el Napoli jugaba con tipos más toscos que los que están al lado de Messi en Barcelona. Si comparás Argentina del 86 y Barcelona, también tienen mejor pie los españoles. Diego necesitaba de ese equipo y después resolvía él. Si tenés un jugador que gambetea, a la mierda los sistemas... En Italia no lo podían parar. Un día arrancaba por derecha para el gol. Al otro partido lo iban a buscar y se gambeteaba a cuatro tipos y listo. Eso no es ser conductor, es tener un don individual. Messi no es un conductor, él finaliza las jugadas.

-¿Quién era el conductor de México 86, entonces?

-En Argentina había estrategas como Batista y Burru.

-Conviviste con jugadores cuando empezaron a ser figuras y ganar plata. ¿Pierden el hambre?

-No. Cuando Kempes vino a jugar en el 78, ya estaba hecho. Ni preguntó cuánto le iban a pagar. Había que arreglar los premios y me acuerdo de que le dije: "¿Sos la figura y no venís?". "No, andás vos", me pidió. Kempes ni sabía cuánto ganaba.

-¿Ahora tampoco falta hambre de gloria?

-Es igual. Los jugadores no deben perder la humildad y no debemos olvidar que vienen de un fútbol de primer mundo. Son modos diferentes de trabajo...

-¿Falta algún jugador?

-Ya estuvieron todos. En lo que estoy totalmente de acuerdo con Diego es que si alguno viene con cara de orto, hay que darle un voleo y mandarlo de nuevo. A la Selección hay que venir siempre con buena cara. Todo el día así (muestra una sonrisa a dentadura llena).

-¿Pegaste algún voleo?

-No. Quizá porque sabían que eso no correspondía.

-Se viene Higuaín, a quien hiciste explotar en River. ¿Está para la Selección?

-Sí. No sé si para jugar de entrada, pero es un cambio muy picante. Tiene el don del gol y un culo tremendo para meterla, je. Es de ésos que están esperando que te equivoques y la mete.

-¿Higuaín es 9 para vos?

-El juega detrás de un 9. Se mueve en círculo a sus espaldas. Cuando llegué a River lo ponían de 10 y para mí era delantero. Hacía goles de cualquier lado.

-Tuviste a Crespo y a Batistuta. Hoy no está ninguno. ¿Es lo que falta?

-Es difícil suplantarlos. Ellos hacían muchos goles.

-¿Cómo se resuelve? ¿Hay que cambiar de sistema o probar con un 9 grandote aunque no sea el mejor delantero del plantel?

-Hace mucho que no lo veo a Crespo. Pero si está bien físicamente, puede jugar de 9 en la Selección.

-¿La convocatoria de Ortega es un homenaje?

-No lo sé. Le tengo mucho aprecio a Ariel. Y me pone bien que haya jugadores de River. En su momento, cuando no había ni un convocado, me sentí mal. Por tradición siempre dábamos cuatro o cinco jugadores.

-¿Quién es hoy el pichón de Passarella?

-Otamendi. Me gusta su juego, anticipa bien... Lo único malo es que no pega mucho, je. Algún tobillito, viste. Tendría que hacerse sentir más: en una de esas prácticas que Gareca se pone de 9, tendría que hacerle sentir el rigor al Flaco, je. Técnicamente es capacitado. Tiene buena altura, es más alto que yo, y salta bien. Quizá le falta un poco más de convicción para atacar. Pero lo vas a ver poco tiempo acá: se va a ir a Europa. Va a triunfar.

-Se lo marcó como el culpable del gol de Luisao.

-Hay que darle confianza al jugador. Vos decís "yo pongo pibes". Gorosito pone pibes. ¿Pero los pongo para quedar bien o porque siento que debo ponerlos? Ellos perciben si los ponés porque son buenos o porque sí. Yo vine a River en el 90 y para mí eran todos iguales: los flacos, los gordos...

-¿Está bien cambiar de arqueros tan seguido?

-Yo también cambié un montón... Los tres arqueros me gustan. Carrizo me encanta. A Romero no lo vi mucho pero anduvo bien con Paraguay. Y Andújar también es bueno. Aunque conociéndolo a Carrizo, yo me quedo con él. Es un arquero que te gana partidos, ataja las imposibles. En eso a veces me recuerda a Fillol.

-¿Quién sería tu capitán?

-Mascherano. Me siento identificado con su juego. Está concentrado, mete, distribuye bien, tiene presencia y es ganador.

-¿Quién era tu Heinze, el resistido por todos?

-Yo (se sonríe).

-Pero no te ibas a sacar...

-En la Selección armamos buenos equipos. Los Panamericanos, los Juegos... El Piojo López la pasó mal en un momento con la gente, pero yo lo banqué porque creía en su juego.

-¿Te gusta Heinze de 6?

-Me gustaría Otamendi, pero con un jugador más aplomado al lado. Con Schiavi, un tipo que pasa una mosca por el área y le pega. Y lo digo con todo respeto por Domínguez, aclaralo bien por favor. A los brasileños mucho no les hubiese gustado enfrentar a Schiavi. Me sedujo ver cómo se acopló con Alejandro (Sabella) en Estudiantes. Terminó de manera extraordinaria. Por eso es bueno que esté al lado de Otamendi. Como cuando yo empecé en River, que al lado tenía a Roberto Perfumo. El me decía por lo bajo: "Daniel, al tobillo del diez". Eso te ayuda...

-Hablando de Sabella. A él y a Gallego, tus ayudantes, les fue más que bien como entrenadores.

-Se comprobó que los que sabían eran ellos, je

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